INGREDIENTES
Para poder disfrutar de esta variante del turismo científico son necesarios diferentes ingredientes que, en un perfecto equilibrio, conforman la receta perfecta para vivir una experiencia sin igual:
El primero de ellos resulta tan evidente como vital: una estratégica de ubicación geográfica donde haya cielos nocturnos despejados. Sin ello sería imposible disfrutar del cosmos a pesar de disponer de las mejores herramientas técnicas para ello (quizás este sería el segundo de estos ingredientes). La baja contaminación lumínica que nos rodee también es vital, parajes naturales aislados y elevados que nos lleven a conectar primero con el terreno y después con el cielo son parte fundamental de la experiencia. Y, por último, un equipo de profesionales que comprendan al turista, sus intereses y aporten una sus conocimientos de una forma amena, comprensible e interesante determinará el éxito de esta singular actividad.