Más instalaciones.
Para empezar el día nada mejor que aprovechar las clases de yoga que se realizan cada mañana. Tras el desayuno se puede disfrutar de la fantástica piscina, la más larga de la isla y, tras un relajante baño de sol, una fantástica opción podría ser sumergirnos en el SPA y las áreas de wellness donde restaurar mente y cuerpo con sus tratamientos basados en productos 100% naturales.
La propuesta gastronómica viene de la mano del Chef Ejecutivo Mark Vaessen con dos opciones diferenciadas: OKU restaurant, abierto en servicios de cenas y con un concepto de fusión de cocinas mediterránea y japonesa (muy acorde con el hotel y su filosofía) y el To Kima, una apuesta más informal perfecto para conocer sus platos sencillos con toque asiático mientras disfrutamos de la piscina de 50 metros.
De cara a la tarde-noche, el hotel lleva parte del ambiente de la isla a su bar situado en los alrededores de la piscina para acompañar a los huéspedes con los sonidos del DJ residente y algunos invitados para disfrutar de un aperitivo al atardecer o de una copa después de cenar.