Zarangollo.
A nivel gastronómico, comúnmente se habla de la región de Murcia como la huerta de España. Un lugar donde los vegetales y la fruta encuentran las condiciones ideales para un óptimo desarrollo. Fruto de esta tradición encontramos gran variedad de platos donde el protagonismo, generalmente reservado a la carne o pescado, recae en los productos de la tierra.
Un buen ejemplo de ello es el Zarangollo, un plato vegetariano de los más típicos de la cocina murciana, tan sencillo como delicioso. Consta de calabacín, cebolla y huevo. Así de simple. Una mezcla que se puede consumir tanto fría, como tibia o caliente, y que se nutre de la riqueza de la huerta murciana, donde sus hortalizas de temporada son de las más valiosas del territorio español. La piel del calabacín se utiliza para darle una textura crujiente al plato y no perder las propiedades nutritivas y el secreto de este bocado tradicional murciano es que quede en su punto exacto de jugosidad, ni muy seco ni con exceso de aceite.